Resumen: Este mundo existe gracias a la mano del creador, o al menos así es como el hombre explica su razón de vivir. A medida que los siglos transcurren, el ser humano evoluciona superficialmente, sin embargo, su naturaleza siempre estará condenada a repetir la misma historia. El mundo yace gobernado por la maldición de la soberbia, que ha arrastrado a la ruina a todas las razas que se han dejado manipular por esta. Así fue como ocurrió desde el amanecer de la vida, y así es como terminará el día que todo acabe. La maldición de la primera raza ha de corroer todo atisbo de existencia y cordura, así el mundo será cubierto por las tinieblas nuevamente. El olvido es lo que trajo consigo la catástrofe, el ser humano ha ignorado la campana del apocalipsis que ya fue tocada una vez, y no será consciente de su ceguera hasta que el inminente fin arrase con todo lo que creó alguna vez con sus manos.