Resumen: Me he despertado como la princesa huérfana Amelia en una novela. Mi encantadora tía Lucinda, que sufre por criarme sola, es tan amable como un ángel. Aunque no lo parezca a los ojos de mi tío, el tirano emperador Tess Illuminas. "¡Tía, confía sólo en mí! ¡Te haré caminar por un sendero de flores!" Amelia entra en el palacio imperial sólo por su tía. Pero este tío no parece en absoluto el tirano de la novela... Más bien, parece que hay una falta de afecto... "¡No puedo evitarlo! ¡Amelia hará felices a todos!" Hoy en día, los niños juegan a ser casamenteros como pasatiempo, ¿no? Lo probaré.